En cuánto se reducen los fraudes en organizaciones con línea de denuncia EFECTIVAS?



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En tiempos en los cuales muchas organizaciones están concernidas por reducir sus costos por la recesión en sus mercados, la tentación de postergar gastos como el establecimiento de una línea de denuncia puede ser muy grande. Pero este enfoque puede resultar una de las peores decisiones, en virtud de datos analizados a lo largo del tiempo por la ACFE en su Report to the Nations, cuya última edición se publicó en el año 2018.

En efecto, en ese estudio se menciona que las organizaciones con líneas de denuncia efectivas reducen los costos de fraude en HASTA EL 50% respecto de aquellas que no lo tienen. Si consideramos, según lo afirmado en ese mismo estudio, que el fraude en una organización puede alcanzar en promedio el 5% de sus ingresos TOTALES, quienes ¨ahorran¨ en una línea de denuncia se están exponiendo a perder un 2.5% de sus ventas totales en concepto de fraude…………….Un ahorro tan costoso como economizar en medicinas o visitas médicas.

Ahora bien. En mi larga experiencia como consultor y auditor he descreído siempre de afirmaciones rotundas sin sustento, de modo que exploraré en este artículo las razones por las cuales eso está sucediendo.

Primera razón: los perpetradores de fraude se cuidan de ocultar sus acciones de aquellos a quienes saben responsables de descubrirlas. Por tanto, se cuidan en primer lugar de ocultar las señales de sus fraudes en primer lugar, ante sus superiores. No pueden cuidarse tanto de los auditores, quienes están además especialmente entrenados para detectar situaciones irregulares. Y, por supuesto, se descuidan totalmente de sus compañeros de labores. Y peor aún: no pueden en absoluto contar con la complicidad de sus contrapartes de negocios a quienes perjudican con sus fraudes. Es decir: proveedores y clientes. Por tanto, el estudio de la ACFE detectó que la fuente más frecuente de detección de fraudes son las líneas de denuncia, luego las auditorías y en tercer lugar la supervisión gerencial. Era de esperar……….

Segunda razón: A medida que un fraude puede continuar sin ser descubierto, crece EXPONENCIALMENTE. De modo que recibir un alerta temprana, incluso cuando sea inicialmente desestimada, puede ser una valiosa ayuda para que la organización evite luego sufrir pérdidas cuantiosas.

Tercera razón: Para que las personas honestas denuncien los hechos irregulares que conocen o de los que sospechan, deben contar con un medio para hacerlo. Muchas personas no denuncian por miedo a sufrir represalias, por escepticismo de que no se hará nada, o simplemente porque piensan que si los mecanismos de denuncia no se han puesto a su alcance será porque la organización victimizada tolera el fraude como un costo normal de sus negocios……………Y lo que es peor en este último caso, es que algo de razón tienen. Quienes no invierten en una línea de denuncias no están dando señales de confianza en sus colaboradores, sino de impunidad frente a los comportamientos irregulares.

Cuarta razón: Algunas organizaciones cuentan con líneas de denuncia que se han vuelto obsoletas. Las generaciones jóvenes usan la tecnología de una manera diferente de lo que lo hacían las anteriores. La instantaneidad y facilidad de uso es clave. Su línea de denuncia debe permitir que las personas de todas las edades la encuentren práctica y confiable en el uso. Si es compleja, si no es amigable, la gente dejará de utilizarla.

Existe, finalmente, una consideración no tan evidente pero que es preciso señalar. CUANTO MAYOR Y MÁS COMPLEJA SE VUELVE UNA ORGANIZACIÓN, MÁS IMPORTANTE ES CONTAR CON CANALES DE DENUNCIA Y COMUNICACIÓN. Quien quiera que haya trabajado en organizaciones grandes y pequeñas sabe bien lo diferentes que son. En una empresa pequeña, las noticias buenas y malas circulan velozmente desde la base hasta la cúspide.

En cambio, en una organización extensa y con varios niveles organizativos, se generan rumores, ocultamiento de la información y oportunidades para el fraude. Si su empresa es lo suficientemente compleja para contar con auditores externos e internos, no debería Ud. dejar de invertir en líneas de denuncia. Después de todo, sabe estadísticamente que los auditores detectarán muchos menos fraudes que los que le revelarán las líneas de denuncia.


Guillermo H. Casal
Profesional con 40 años de experiencia en el campo de la auditoría forense e interna.
Se graduó como Contador Público (UBA – Argentina) y Master en Economía y Administración (ESEADE – Argentina).
Posee, entre otras las certificaciones CFE, examinador de fraude certificado. CIA, auditor interno certificado y CISA – Auditor de tecnología de información certificado.
Estableció las prácticas de auditoría forense del Estudio de Luis Moreno Ocampo, ex fiscal penal de la Corte Internacional de la Haya, y Stephen P. Walker, ex agente especial del FBI Dirigió los departamentos de auditoría interna de tres grandes empresas de Argentina.
Ha actuado como consultor, investigador de fraudes y disertante en todos los países de Latinoamérica, Estados Unidos, España y Mozambique.



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